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No solo son palabras que se utilizan en Navidad para desear lo mejor a nuestros seres queridos!!! Úselas a diario en cualquier oportunidad que tenga de comunicarse con la gente; siempre hay alguien que las necesita y sabrá agradecerlo.
Siempre me ha llamado la atención cuando se mencionan los cuatro elementos claves que hacen posible la vida biológica en nuestro planeta: Aire, Fuego, Agua, Tierra. Aire nos proporciona los gases vitales: oxigeno, dióxido de carbono, entre otros; Fuego, sinónimo de calor, luz del Sol; Agua, líquido prodigioso y necesario para todo ser vivo; Tierra, fuente de todos los minerales necesarios para la formación de la estructura viviente. Interesante la frase bíblica: “del polvo vienes y en polvo te convertirás” que nos recuerda el origen terrenal del cuerpo.
Asimismo, todo ser humano para poder realizar su tránsito por la vida de una manera plena, alegre, entusiasta, feliz, requiere de estos otros cuatro elementos básicos: Paz, Salud, Amor y Prosperidad.
Paz, podemos referirnos a dos grandes vertientes de ella: Una es aquella paz que se disfruta de vivir en una sociedad armoniosa. Países libres de conflictos bélicos y sociales, con enfrentamientos personales que irremediablemente terminan en la violencia. La otra, es aquella paz personal que solo disfrutan aquellos individuos cuyos mapas de valores propios se encuentran en satisfacción consigo mismo, lo enaltecen y lo proyectan como un modelo a seguir dentro de la sociedad que comparte con su prójimo. Es aquella paz que transmite seguridad, descanso, de poder hablar con propiedad y dar la cara en cualesquier circunstancia sin temor alguno de ser señalado por otros. Mientras más personas dentro de un pueblo, ciudad, país logren disfrutar de ella, abriría las puertas para poder consolidar leyes, acuerdos, normas en mira de construir sociedades más justas, mas deseables para vivir en comunidad.
Salud, precioso bien con el que nacemos. Que hermoso es sentirse sano. Maravillados quedamos cuando vemos a nuestros hijos correr, jugar, comer, estudiar, divertirse a más no poder. Disfrutamos de ella de una manera gratuita gracias a nuestro creador universal. Somos Felices al tener buena Salud. La mayoría de las veces pasa desapercibida: Paradojicamente nos damos cuenta de su existencia cuando la perdemos y comenzamos a sentirnos infelices. Es por ello que es importante mantener un estilo de vida donde la buena alimentación, complementada con ejercicios físicos, dormir bien, nos acompañe en nuestro diario vivir.
Amor, uno de los grandes motores de la humanidad. Cuantas guerras, tronos ganados o perdidos hay en su nombre? El Amor es el sentimiento apasionado que predispone el ánimo del que lo siente a hacer las cosas que le place. De ahí que podemos hablar de : amor por los hijos, por una persona en especial, por un deporte u oficio, amor a Dios. El grado de apasionamiento junto al conjunto de valores personales y colectivos puede hacer de él un sentimiento noble o distorsionado. Una de las mayores enseñanzas que ha recibido la humanidad referente al amor, se encuentra resumida en este hermoso mandamiento: “Amarás a Dios sobre todas las cosas y a tu prójimo como a ti mismo” Nunca el hombre ha recibido una guía tan clara y precisa de cómo vivir en armonía junto a los demás habitantes de la tierra si lo considera con el mismo amor que se debería tener así mismo. Regla básica para construir leyes y normas que regenten la convivencia ciudadana. Un ser sin amor, sin pasión, sin nada por lo cual enfocar su diario vivir es un ser incompleto, es como un plato de la mejor comida pero sin sazón.
Prosperidad evoca el hecho de verse favorecido en cualquier actividad que nos propongamos: en los negocios, estudios, relación de pareja, amistad. La satisfacción personal es una manera de medir el grado de prosperidad alcanzado. Una persona exitosa puede ser no próspera, si le falta el ingrediente de la felicidad que conlleva la prosperidad. Una persona próspera es exitosa, disfruta los logros alcanzados. ¿Para qué queremos ganar en algo, si no nos va a hacer feliz?
En cualquier momento de la vida de un ser querido: cumpleaños, graduación, boda, nacimiento de un hijo, trabajo, no existe mejor regalo que obsequiarle estas cuatro mágicas palabras: Paz, Salud, Amor y Prosperidad
Autor: Osno Monto
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