.... un minuto de comunicaciòn con nuestro Padre Celestial nos enseña a Ser Felices

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.
Amén

domingo, 8 de agosto de 2010

EL ARTE DE LA RIQUEZA parte 2

PULSA EN EL TITULO(ARRIBA) PARA MAS INFORMACIÓN DE INTERES

continuación..... La dinastía Maurya gobernó durante casi un siglo y medio, desde el 325 hasta el 182 ac aproximadamente. El más célebre de los dirigentes posteriores de la dinastía Maurya fué el emperador Asoka, nieto del fundador de la dinastía, que amplió el imperio con sus conquistas y reinó entre el 273 y el 232 ac.
   El emperador Asoka se acabó convirtiendo al budismo, renunció a hacer la guerra y fue un notable protector de la cultura. Convocó un concilio budista que ha pasado a la historia y estableció una misión budista internacional que difundió la sabiduría del Buda por todo el subcontinente indio y al occidente de éste, en Afganistán, Persia, Grecia, Egipto y más allá. Los edictos de Asoka, mensajes piadosos inscritos en pilares de piedra que se levantaron por todo su imperio, son uno de los grandes monumentos del mundo antiguo.
   La civilización indoaria, por medio de sus conquistas y de sus misiones culturales, absorvió las culturas hindúes antiguas a una escala sin precedentes y renovó los contactos con otras ramas de la civilización aria (griega, latina, celta), cada una de las cuales había absorvido a su vez diversos elementos de muchas otras culturas antiguas, a lo largo de sucesivas emigraciones y asentamientos en diversas regiones.
   Si bien la profusión de filosofías abstractas antiguas hace creer a muchas personas que el pensamiento hindú es algo exótico y alambicado, pero la verdad es que no hay nada más concreto y práctico que lo que encontramos en el texto clásico sánscrito titulado El Arte de la Riqueza. No obstante, de ningún modo podemos considerarlo un pensamiento puramente materialista, pues está relacionado intimamente con las condiciones psicológicas y morales del individuo y de la sociedad.   A kauthilya, el pensador cuya filosofía de la riqueza y de la soberanía inspiró y dió forma al éxito notable del imperio Maurya, se le ha llamado el Aristóteles y el Maquiavelo de la India.   Dado que integra en su pensamiento un amplio espectro de intereses humanos, abordando principios éticos por medio de las ciencias estratégicas, las ideas de Kauthilya tienen una semejanza natural con otras filosofias prácticas clásicas de Oriente y Occidente. Presentaremos en este libro algunos de los paralelismos más evidentes con el fin de enriquecer la valoración del pensamiento Kauthillya. Tanto el sentido común como las tradiciones antiguas nos dicen que no existe ninguna fórmula para eléxito en ningún campo que pueda dar resultado como una fórmula mágica, por así decirlo, que se pueda aplicar mecanicamente sin tener en cuenta la época, las circunstancias y las personas que intervienen. Es posible que la aplicación moderna más interesante, más creativa y más productiva de los clásicos inmortales de las grandes civilizaciones sea el estímulo que pueden aportar los clásicos a nuestro pensamiento cuando nos servimos de ellos con libertad, sin prejuicios, ni partidismos; cuando los aplicamos como un ejercicio, más que como una doctrina, y cuando los estudiamos con racionalidad y con reflexión en vez de darles un valor religioso y dogmático. 

VISITAR LA PUBLICIDAD DE NUESTROS ANUNCIANTES AYUDA A ENGRANDECER ESTE SITIO PARA TU DISFRUTE!

Salmo 23

El señor es mi pastor, nada me faltará.
Él me hace descansar en verdes praderas, me conduce a las aguas tranquilas y repara mis fuerzas; me guía por el recto sendero, por amor de su Nombre.
Aunque cruce por oscuras quebradas, no temeré ningún mal, porque tú estás conmigo, tu vara y tu bastón me infunden confianza.
Tú preparas ante mí una mesa, frente a mis enemigos; unges con óleo mi cabeza y mi copa rebosa.
Tu bondad y tu gracia me acompañan a lo largo de mi vida; y habitaré en la casa del Señor por muy largo tiempo.

... anótate como seguidor de Aprender a Ser Feliz