Metas Inteligentes (Parte 1)
Si en este momento usted no tiene escritas metas que sean medibles, y una estrategia para alcanzarlas, las probabilidades de éxito para usted son mínimas, su futuro es imprevisible, y su capacidad para causar un impacto en el mundo con sus capacidades y talentos únicos de usted, está dramáticamente disminuida.
Es posibe aceptar la vida de un modo pasivo o acumular todas sus fuerzas y determinarse a vivir una vida que usted diseñe. Para esto es necesario escribir sus metas. Al hacerlo, se verá motivado a tomar las acciones necesarias para convertirse en el tipo de persona que usted quiere ser.
Para ayudarle a comprender la importancia de escribir sus metas y la forma de hacerlo en forma correcta, he decidido escribirle una serie de artículos titulados "Metas Inteligentes"; este es el primero de ellos.
La mayoría de las personas evade el tema de establecer metas y escribirlas; consideran que ya lo han oído lo suficiente y se consideran más que competentes en el tema. Lo cierto es que un porcentaje pequeñísimo de la población vive de acuerdo a un diseño establecido por sus metas.
No hay nada más peligroso para nuestro futuro éxito que el asumir que ya somos competentes en una particular habilidad crucial cuando nuestro conocimiento es rudimentario en el mejor de los casos. El saber la manera adecuada de escribir metas es una de esas habilidades cruciales en nuestro éxito.
Es crucial porque además de fundamental, es decisiva en nuestro éxito. Es una habilidad porque es una capacidad que mejora con la práctica y no hay límite para cuán capaces podemos hacernos si estamos dispuestos a practicar y hacernos expertos.
Aún aquellos que son verdaderamente competentes al escribir y establecer metas pueden mejorar substancialmente su productividad al refinar y perfeccionar sus habilidades para escribir sus metas adecuadamente.
Uno de los requisitos es no pensar en algo bueno. ¡Piense en algo MEJOR!
Hace pocos días leía un libro titulado "De bueno a Maravilloso". En el mismo, el autor decía: "El enemigo de la excelencia es lo bueno". De tal forma que, no se conforme con buenos pensamientos, tenga pensamientos ¡MARAVILLOSOS!
Artículo aportado por Articulo.org.
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